domingo, 24 de marzo de 2013

ENTREVISTA: FRANCISCO SÁNCHEZ AYUSO


Francisco Sánchez Ayuso irradia entusiasmo por cada uno de sus poros. Hombre enamorado de la Tecnología, de las buenas ideas, de extraer el talento, y la creatividad que cada uno de sus alumnos lleva dentro. Maestro de maestros es toda una institución en el sector. Con un sentido común arrollador, afronta cada una de las cuestiones que le hemos planteado, le preguntamos: "¿tecnología e informática, sustitutivas o complementarias?" Nos responde con otra interrogante: "¿alguien se ha planteado quitar Lengua porque exista un corrector ortográfico en el procesador de textos? [...] ¡Por supuesto que hay que dominar la informática!, pero no a costa de perder contenido en otras materias."

¿Cómo logras que los alumnos se involucren en la Tecnología?

Haciendo el tema atractivo para ellos. Te voy a contar una historia de mis comienzos: hace muchos años, cuando no existía la asignatura de Tecnología me pasé por la clase de los pequeños y les encargué hacer una exposición de trabajos en la que ellos participaran. Recuerdo que un chaval me preguntó: "¿y tú qué vas a hacer?". Empecé a darle vueltas y les propuse: "haré un coche inteligente". Los chavales me entregaron trabajitos de lo más diversos. Yo fabriqué un coche con una ranura en la que se podía introducir una moneda de 5 pesetas. Si la moneda era metálica, se cerraba un circuito y se ponía en marcha, sin embargo, si era de madera el coche no funcionaba. Yo les decía: "este coche es tan inteligente que es capaz de reconocer si una moneda es verdadera o no". Me fabriqué una moneda de madera, la introducía delante suya y el coche no funcionaba. Todavía recuerdo sus caras cuando metía la moneda auténtica: "ohhhhh" - exclamaban. Estaban totalmente entregados y con la curiosidad disparada. Todavía me sonrío cuando recuerdo que iba por la calle y al cruzarme con ellos decían: "mamá, papá, ese es el profesor que hace coches inteligentes". Otro de los primeros trabajos fue un despertador solar, cuando hay luz suena, y en la oscuridad enciende unas bombillas. A los chavales les encantó. El mismo concepto muchos lo han aplicado en los Belenes de Navidad. Cuando es de día, en lugar de un sonido se activa una fuente de agua, y en la oscuridad se encienden las bombillas.



A mi me hace muchísima ilusión cuando viene y me dice - "enseñame a soldar" y yo le contesto, "no, que te quemarías y tu padre protestará" y él me vuelve a replicar - "no, mi padre me ha dicho que me puedo quemar". ¡Hombre, mejor que no ejerza de torpe!. Eso son ganas, y yo he de crear el ambiente apropiado en clase para que esto se dé. Han de ver la Tecnología no como algo ajeno a sus vidas, sino como una realidad muy presente en su realidad cotidiana.

¿Se puede entusiasmar a cualquier alumno?

Depende, pero te llevas sorpresas muy agradables. Recuerdo que tenía un alumno un poco torpe para los trabajos manuales. No distinguía un tornillo de un clavo. Le decía: "traeme un destornillador de estrella" y me traía uno plano. "¿No sirve igual?", me preguntaba: "no hijo, no", le trataba de explicar. ¡Era un completo manazas! Al principio pensé que se quería reir de mi, luego me di cuenta de que después de tantas regañinas me podía llegar a odiar. Al final del curso me hizo un comentario escrito que me hizo llorar de emoción, ¡este trabajo es gratificante!

Yo trato de inculcarles fe en sus posibilidades. Muchas veces juego a "soplar". Si una varilla no entra en la tuerca les invito a soplar para que se haga más grande. Es un juego tonto, pero con las risas creamos un clima propicio para el aprendizaje en el que ellos mismos se maravillan de lo que son capaces de llegar a hacer. Tengo tres cursos y cada año uno nuevo. Al final del curso ellos escriben su valoración, siempre te sorprenden y aprendo cosas nuevas que puedo aplicar en el futuro.

También es relevante que la asignatura de Tecnología se le da bien a alumnos que están muy verdes en otras. Esto hace que el chaval se potencie, se ponga contento y le de autoconfianza para otras materias. Algunos padres me comentan: "mi hijo está loco esperando que llegue el martes para la clase de Tecnología". Yo nunca les he incitado a comprar una caja de herramientas, con una bolsita y un poco de orden, es suficiente. Sin embargo a ellos les gusta llevarla, es como un símbolo. ¡Algunos hasta la han pedido como regalo de Reyes!

¿Qué opinas del reciclaje?

Estoy totalmente a favor del mismo. En las memorias que acompañan a los trabajos de los chavales se incluye un apartado con las siguientes secciones: material nuevo, reutilizado y reciclado. Es decir, distinguimos entre el material empleado en trabajos anteriores y aquel que aparentemente no sirve para nada y la damos valor. La idea es fomentar la creatividad y aprovechar al máximo todo lo disponible. Por ejemplo, nuestro trabajo sobre la hélice utiliza restos de las cajas de fresas que se venden los jueves por la mañana en el mercadillo que se pone enfrente del colegio, ¡tenemos montones de cajas! Lo venimos haciendo desde hace muchos años, poco a poco se ha ido puliendo la idea y, en mi humilde opinión, está bastante lograda (ver foto)

Otro ejemplo, este juguetito con placas solares utiliza una batidora de whisky. A simple vista nadie la reconoce, pero está ahí y nosotros la encontramos una nueva utilidad. Una botella de leche puede ser una columna de una mesa, todo el mundo piensa que el tapón ha de estar siempre para arriba pero, ¿por qué no la ponemos al revés y la rellenamos de algún material? Hace tiempo hicimos una escalera que soportaba muchísimo peso. En el interior de las botellas pusimos arena, pero también hubiera funcionado con agua, ¡fue divertidísimo! Me digo a mi mismo, ¿qué es lo que tengo aquí? Y me respondo, con lo disponible hay que agudizar el ingenio y hacer algo. Los chavales deben aprender desde pequeñitos que las cosas pueden tener mil finalidades.

¿Cómo te inspiras?

No sé si lo que he aprendido en la vida práctica lo llevo al taller o lo que he aprendido en el taller lo llevo a la vida práctica. Por eso no es extraño que un vecino acuda a mi casa con algo y me diga ¿te sirve?. Suelo contestar lo mismo, "déjamelo que siempre hay una utilidad". La pizarra de la clase es la tapa de una mesa que estaba en un contenedor del colegio, las patas son de una silla, mi mesa me la he fabricado yo mismo, el reposapies es casero, ¡qué interesantes pueden ser los rollos de la fotocopiadora!. En los trabajos siempre sobran tablas que se estropean. Las pulimos un poco y las utilizamos como bases para vuestras reductoras, las monto aquí mismo. Tiramos lo mínimo, reaprovechamos al máximo.

Para mi el poder enseñar Tecnología es un privilegio. El que uno pueda transmitir lo que sabe en un campo tan extenso como este, es de agradecer. Yo hace veinte años, vi esta necesidad y aposté por suplirla. Ahora el tiempo me ha dado la razón y estoy encantado de hacerlo. Soy un apasionado de la tecnología. No entiendo una vida sin pasión. Hay que echar la carne en el asador. Yo he pasado problemas graves de salud, pero miro la vida con optimismo. Me gusta llevar un clip en el bolsillo, cuando estoy pendiente de tener una idea, lo toco y me inspira. ¿Problema gordo? Clip gordo. ¿Problema fino? Clip fino. Sé que la solución, directa o indirectamente la he visto y cuando toco el clip mi subconsciente empieza a funcionar. Así acabo encontrando la solución. Cuando la encuentro dejo el clip.

Por favor, háblame de los premios conseguidos

Se que tengo más de treinta premios en investigación. No podría hacer un recuento exhaustivo. Lo digo con toda la humildad del mundo. En dos ocasiones, dos ministras, una de educación y otra de cultura, me han entregado un galardón. El reconocimiento externo nunca ha sido el motor de mis investigaciones en tecnología pero da gusto cuando llega. En el año 1995 y patrocinado por instituciones, universidades y empresas privadas se creó el premio de investigación San Viator a nivel nacional. Lleva nuestro nombre, pero es abierto a toda España y el jurado está formado por profesionales independientes relevantes en cada uno de los sectores. Se presentan diversos trabajos de alumnos tutelados por mí. El resultado está ahí (ver palmarés).

El año pasado esa fuente (ver foto) obtuvo un premio de investigación. Antes estaba dotado con la financiación de una carrera universitaria, pública o privada. Me siento orgulloso de que cuatro alumnos mios hayan podido cursar estudios superiores gracias a sus trabajos de tecnología. Ese trabajo (ver foto) de la alarma de la moto, con radio-espía incorporada, además de obtener un premio, ha sido patentado y posiblemente va a entrar en producción. Lo hizo un alumno mío y la empresa que dió el premio le invitó a visitar la sede europea de la compañía.

Cuando logras que un chaval haga de esto su hobby, es emocionante. Se ilusiona tanto que se compra revistas, e invierte mucho de su tiempo en crear. Llega un momento en el que ya no es alumno tuyo, pero sigue viniendo a verte. El año pasado dos chavales de segundo de la ESO se pasaron el año estudiando un programa de informática, para conectar una máquina, diseñada por ellos, al ordenador. El dispositivo consistía en un juego de preguntas y respuestas en el que, cuando se producía un acierto, la máquina emitía unos bonos. Esto les proporcionó otra beca. El mejor premio, para mi, es ver que aquello en lo que creía se ha hecho realidad. Con la Tecnología, he despertado la curiosidad científica de muchos de mis alumnos, y siento un cosquilleo cuando un antiguo alumno mío acude al colegio y recuerda esto con cariño. Notas que hay algo que trasciende.

¿Habéis creado escuela?

No lo sé, lo que sí te garantizo es que disfrutamos. Ahora me viene a la cabeza una curiosidad: los trabajos que hacen los chavales siempre van acompañados de una memoria. Muchas veces los alumnos se presentan a los premios de los Centros de Profesores, y con el tiempo en la normativa de los concursos han incluido una memoria obligatoria con los apartados de la muestra. Los trabajos que consiguen un premio suelo incorporarlos al año siguiente como práctica para el resto de los alumnos. De esta forma nos mantenemos vivos, nos actualizamos todos los años.

¿Con qué sistemas te sientes más cómodo trabajando?

Con tablas agujereadas. La idea es muy similar al mecano, terminas un trabajo y haces otro encima. Poco a poco vas completando y actualizando. El trabajo dos, incorpora tres piezas nuevas respecto al primero, y el trabajo tres añade otras más, y así sucesivamente... Por ejemplo, los interruptores. Al principio los metía en un bote, pero no me convencía. Llamé a Microlog y le dije a Jesús "¿Cómo podemos solucionarlo?" de ahí salió la idea de incorporarlo en una pequeña tablita que luego se puede poner en cualquier posición de la tabla grande. Es una idea sencilla y robusta. Además, el alumno utiliza el tercer año el mismo interruptor que se ha fabricado el primero. El gasto es mínimo y les enseña a apreciar el valor de lo hecho por ellos mismos.

Yo siempre digo "las cosas que se hacen son las que se quieren", se valoran más. Hay que educar el sentido de la responsabilidad. A un chaval le puedes comprar un regalo muy sofisticado para Reyes, pero probablemente él jugará más tiempo con cualquier otro fabricado por él mismo. No tiene nada que ver, si lo ha hecho él, tiene algo suyo. A mi me gusta decir "digo, oigo y olvido", "hago, veo y comprendo". A mí todavía me llega algún alumno: "es que no entiendo..." Y le suelo decir: "hijo mio, primero vamos a hacerlo y en el proceso comprenderás". Cuando oigo un grito en la clase: "¡ya está!" sé que ha llegado el eureka. Y al oirlo disfruto de lo lindo. Hay que vivirlo.

¿Cómo debe ser el aula de tecnología?

Para mí lo ideal es que tenga una parte interior y una exterior. La parte interior está organizada en dos areas, los puestos de trabajo y el taller. Cada puesto está equipado con lo necesario, las mesas son amplias y las banquetas están recogidas debajo (ver foto). Hay días que si se trabaja en el patio, no se tocan. Las tablas, como puedes ver, están colgadas en el techo (ver foto). Cada alumno cuando llega coge la suya. A la zona del taller hay que pedir permiso para acceder. De hecho hay una línea pintada en el suelo (ver foto), y sin autorización no se puede traspasar ¡si no es un descontrol!. Como norma se suele trabajar fuera. Hay excepciones. ¿Quienes no pueden salir? Aquellos que van atrasados y hay que controlar, o aquellos que por las características del trabajo que están desarrollando tienen que trabajar aquí. Yo adapto el aula a mis necesidades. Entre el taller y la zona de puestos tengo un pequeño púlpito, que quieras que no, te protege a la hora de hablar y delimita "tu zona y la suya". El aula debe tener buena ventilación.

¿Trabajáis en grupo o de forma individual?

De las dos maneras. Yo empecé trabajando solamente en grupo, ya que entendía que era como debíamos funcionar. Cuando tuve mis primeros alumnos me di cuenta de que me equivocaba. Uno cortaba, otro pintaba, otro montaba y el otro simplemente compraba el material. Siempre había uno o dos en los equipos que no hacían nada relevante y se quedaban cojos. ¿Solución? El primer y segundo año hacen trabajos individuales. Si un chaval va muy bien se pone a ayudar a otro. Es una forma de potenciar a los que van muy bien. Al final del curso, cuando ya todos tienen los conocimientos hay un trabajo libre en grupo, pero sólo cuando han cubierto unos mínimos.

De esta forma cada alumno se responsabiliza de su trabajo. Si no está hecho, tiene que dar la cara y no puede evadirse. Suelo poner un ejemplo muy claro, las matemáticas. Si intentamos que las aprendan en grupo, ¿tendría sentido que uno pusiera la calculadora y no hiciera nada más? Cada alumno tiene que demostrar unos mínimos conocimientos, y en ese momento ya está en condiciones de aportar al grupo.

¿Qué metodología empleas?

La que me ha ido mostrando la experiencia. Cuando comenzó la asignatura del área de Tecnología participé en la propuesta que se le hizo al Ministerio para el contenido de la asignatura. No había libros, y yo siempre he agrupado los temas según mi criterio en las clases. Sigo funcionando de la misma manera. Doy una breve explicación teórica, engancho la atención de los chavales y hacemos la práctica correspondiente. Flash teórico, aplicación concreta. Es como una maratón, cada concepto se aplica enseguida durante todos los días, ¡los niños hacen una práctica diaria! al final del curso, se hace un trabajo más general que puede utilizar lo aprendido a lo largo del año. A veces me llaman de algún foro para que oriente a otros profesores con mi experiencia personal. Hablo como orientador.

Por ejemplo, lo que tenemos pintado en la pizarra. Primero digo de qué vamos a hablar, en este caso es un reloj con un zumbador y dos bombillas. Les explico con dibujos y colorines, según las fases, de lo que vamos a hacer. Ellos más o menos lo asumen. Es fundamental llamar su atención. Por ejemplo, tengo un botoncito negro con una célula fotosensible en el que suelo poner una moneda. Cuando alguien coge la moneda, pita. ¿Quieres creerte que no falla ningún año y siempre hay alguien que quita la moneda? Cuando esto pasa, yo digo "¿Qué habeis hecho?". Y a continuación sigo: "lo que habeis hecho me viene muy bien para contaros una historia..." todos se arremolinan y procedo a explicar el despertador solar. Cuando acabo saco el que ya tengo hecho. Se rien de quien ha cogido la moneda y se ponen a trabajar.

Yo soy partidario de aprender jugando. Te voy a contar una historia que se repite cíclicamente y nos reimos mucho. Alguna vez se les ha caido un motor al suelo y se han salido las escobillas. Primero se enfadan y luego me vienen llorando: "don Francisco, no funciona". Les mando que lo tiren a la papelera, y cuando están de camino, les interrumpo y les digo: "¡Hijo mío no tienes fe!" Sin que se den cuenta, con picardía, meto las escobillas. El alumno lo pone en su mano y lo probamos, pero no funciona porque yo me encargo de sujetar el eje, de modo que no da vueltas. Le digo, anímale, dile: "anda bonito, anda bonito" Normalmente el alumno se me queda mirando con cara de escepticismo, "este Don Francisco, está tomándome el pelo". Les reto, "si funciona te suspendo, si no, te pongo sobresaliente". Los más osados me siguen el juego, vuelvo a sujetar el eje y no funciona. Entonces insisto, "sopla, ten fe". Si el chaval no se ha plantado, suelto el eje y por fin funciona. Son bromas que atraen la atención y fomentan su curiosidad, además crean muy buen ambiente. También te diré, que hay que guardar el equilibrio para que no se te desborden. Algunos me sacan una cabeza y eso hay que compensarlo.

¿Cuál crees que debe ser el número de profesores en el aula?

Yo estoy solo para treinta y cinco alumnos y considero que es insuficiente. Hay dos posibilidades, o reducir el número de alumnos por clase o introducir un profesor auxiliar. Esta figura sí que existe en las escuelas de formación o maestrías. Aquí hay muchas máquinas y herramientas y son demasiados alumnos. Al final uno intenta volvarse en los que están más atrasados, pero no es justo. Los alumnos con mayores posibilidades también tienen derecho a desarrollar su creatividad y potencial. La educación tiene que ser personalizada, no es como dar una conferencia un auditorio de cien personas.

¿No utilizas libros?

No, no me gusta cerrarme a un solo guión. Cada vez que vienen los de las editoriales el director me los manda. Me dicen frases como: "el libro de tecnología es fundamental..". Yo les contesto: "mire estoy haciendo esto, lo utilizo para explicar un circuito sencillo, uno múltiple, una aplicación de hélice, un relé. ¿Me lo explica mejor su sistema?". Honestamente no me pueden decir si, y con lo que vale el libro los chavales se pueden comprar el material e irse de merienda. Ideas como la del programador cíclico ya se cuentan en el vídeo mucho antes de que se imprimieran los libros de texto de la asignatura. Pienso que mi sistema es más flexible y dinámico.

Un alumno hace una tabla y con ella trabaja tres años. Cada curso es de un color, de forma que si un alumno coge una que no es la suya, sino de otro curso, se ve a simple vista. Si todos tienen rojas y hay una morada, canta rápido. Todas las normas tienen un porqué. Si hay un repetidor, también se ve. Por la parte trasera de la placa, pegamos dos tiras de aluminio, y de forma similar a la carrocería en los coches, hacen masa. De este modo evitamos mucha tirada de cables (ver foto). Otra idea es utilizar tablas de aluminio y aislar los tornillos que no tengan que llevar corriente. Se pueden utilizar fundas de cables gordos. Nosotros utilizaremos el primer sistema, pero no descarto lo segundo.

¿Y el material para los trabajos?

Este tema es importante. Yo al menos les doy dos opciones. Les mando a una tienda cara en la que les venden todo montado a un precio abusivo o les doy la alternativa de apuntarse a una lista. A los alumnos de la misma, que son la mayoría, les pido yo el material directamente a Microlog, y luego montamos la herramienta aquí. Por ejemplo, con los motorcitos. Sale a la tercera parte del precio, y además se lo montan ellos. Si ellos se apuntan y no adelantan el dinero, yo no lo pago por ellos. Hay que educarlo en la responsabilidad. En ocasiones, algún chaval se queda rezagado, y si yo he dado un plazo de 15 días y no se apunta hasta que sus padres van a una tienda cara y ven que compensa encargarselo al profesor, soy inflexible. Si se ha pasado el plazo y me llama un alumno: "Don Francisco, que mi madre dice que sí lo compre". Yo contesto: "dile a tu madre que don Francisco dice que ya no". En el siguiente trabajo es el primero en apuntarse. El material de papelería se compra, pero el resto de las cosas se aprovechan y se arreglan si se estropean.

¿Tecnología e informática, complementarias o sustitutivas?

Para mi es una aberración sustituir una por la otra. Es un poco fuerte, pero es la palabra correcta. ¿Alguien se ha planteado quitar lengua porque exista un corrector ortográfico en el procesador de textos? ¿O eliminar el dibujo porque se pueda pintar con el ordenador? ¿Por qué, entonces quitar la asignatura de tecnología? Son dos asignaturas complementarias. Desarrollar unas habilidades y conocimientos informáticos es importante, pero no a costa de la asignatura de tecnología. Los manuales, los dibujos, simulaciones, todo viene muy bien al servicio del aprendizaje, pero los ordenadores son una herramienta más. Por supuesto que hay que dominarla, pero no a costa de perder contenido en otras.

¿Qué aporta la tecnología a la enseñanza integral del alumno?

Mi idea es contribuir a la formación de personas completas. Al igual que además de unos conocimientos teóricos, practican deporte ¿por qué no aprender a utilizar las manos?. Yo aprendí petit pua, para enseñarles a mis alumnos a coser, me encanta que las chicas manejen con soltura un martillo (ver foto). Además de en clase, yo he practicado con mi hija. De veras, al margen de la pasión de padre, da gusto verla. Los chicos saben jugar al fútbol, saben matemáticas pero iban sin manos, les preguntabas y no sabían ni poner un tornillo. Uno no nace siendo un manitas, y debemos trabajar para que sean individuos completos.

El hecho de afianzar autoconfianza en un tema puede servir de trampolín para hacer otras cosas. Y estoy hablando desde cambiar el aceite al coche, a optar a estudiar una carrera universitaria no considerada. Yo les enseño a subir los primeros peldaños, luego van solos. Les ayudo a descubrir su talento. A nivel pedagógico creo que es muy bueno.

Recuerdo pedir a un alumno que se sentaba al final de la clase y no hablaba, tenía mucha timidez. Con la excusa de un voluntario para soldar, le traje a la primera fila y le puse como modelo. Cogió confianza en sí mismo y presentó un trabajo para un premio en el que dejó impresionado al jurado. Un catedrático de informática formaba parte del mismo, y reconoció que algunos de sus alumnos universitarios, no lo hubieran hecho mejor que aquel alumno de segundo de la E.S.O. Fue una exposición magistral y se defendió muy bien con todas las preguntas. Cuando veo a ese alumno antes y después, me da la sensación que hemos logrado trascender la asignatura en sí. Me llena de satisfacción. Ese alumno ahora es ingeniero de Telecomunicación, ¡es un fenómeno!

Aquí se comparte el aula por mucho alumnos, además de lo ya mencionado, aprenden a ser ordenados y limpios. Si un alumno no recoge, perjudica al siguiente, y ya se encargan entre ellos de reestablecer el equilibrio. También impartimos lecciones ocasionales colaterales, por ejemplo sobre la contaminación.

¿Y cuál es la opinión de los padres sobre tu metodología?

Por los comentarios que me llegan, entiendo que la mayoría de los padres están encantados. En la memoria viene una opinión de los padres. Yo me las leo y aprendo. Me gusta que lo pongan de su puño y letra (ver foto). Es una forma de implicarles en la educación de sus hijos. Fomentamos el diálogo. Los padres admiran lo que van aprendiendo sus hijos. Pueden ser mejores o peores, pero se nota que están implicados en lo que están haciendo sus hijos.

¿Qué es para ti el éxito?

Hacer lo que uno quiere, cuando uno quiere y disfrutar haciendolo. Me siento afortunado porque en mi vida he hecho lo que he querido. Probablemente un día me jubilaré, pero aún así me gustaría venir. Disfruto con la Tecnología y con la educación. Para mí es mucho más que un trabajo, llego aquí y se me pasa el tiempo volando. Aplico la filosofía del padre Majón "¡aprender jugando!".

¿Cómo pueden empresas como Microlog ayudarte a desarrollar tu labor?

Mi labor no se puede desarrollar sin herramientas. Puedo ser un buen albañil, pero si no tengo paletas no haré nada. Gran parte de lo que he podido hacer es porque he encontrado empresas como la vuestra que me han proporcionado lo que necesito, a buen precio y con vocación de servicio hacia el profesorado. Han hecho equipo conmigo. Yo tengo relación con Microlog desde hace más de veinte años y he compartido ideas con vosotros, "como sujetar este motor, como acoplar las reductoras, la bomba de agua, los primeros motorcitos..." Ayudais a buscar soluciones. Adapto vuestras soluciones a mis necesidades, pero me dais base. Sois un referente en el sector.

Ningún proyecto se paraliza por falta de materiales, antes era un problema. Con el tiempo se ha convertido en una relación afectiva. Me gusta ir a visitaros de vez en cuando, y mantener el contacto. Cada vez que voy aprendo de vuestra organización, de cómo organizarme y colocar las cosas. Hay muchos pequeños detalles que se valoran y acaban siendo muy importantes. Cada puesto tiene sus funciones... algunas de las ideas las he extrapolado al aula.

Comentarios de alumnos

La clase de tecnología te ayuda a pensar [...] yo ahora sabría hacer un avión, un semáforo y un juego de preguntas y respuestas. Yo no sabía que sería capaz.
Este curso me lo he pasado muy bien.
Cuando llegué al aula pensé que esto era difícil, luego me di cuenta que suspender era lo difícil.
Lo mejor de la semana es el jueves, hay clase de Tecnología.
Para este año tan bueno que nos ha hecho pasar, hemos aprendido muchas cosas.
Estas han sido mis peores notas, pero el curso más entretenido.
La Tecnología es una de mis mayores aficiones [...] las clases son muy divertidas y entretenidas.
El trabajo de la hélice me ha parecido muy interesante ya que en mi colegio anterior no había dado Tecnología.
Trabajo sencillo y divertido, me ha gustado mucho.

Comentarios de los padres

Siempre se esfuerza mucho por conseguir un buen resultado y que el trabajo quede bien realizado.
Trabajos originales y fantásticos, mis felicitaciones al profesor.
Dentro de nuestros pequeños conocimientos de este tipo de trabajos, valoramos que funcione.
Yo pienso que mi hijo está divirtiendose.
Ahora mi hijo empieza a usar herramientas que antes no sabía ni que existían.
Clases llenas de ideas ingeniosas.
Me sorprende la tecnología que usa mi hijo.
Consideramos uno de los trabajos más originales que ha hecho hasta la fecha.
Nos parece muy interesante, son los pilares básicos.

jueves, 14 de marzo de 2013

Capacidades, motivación y foco

Si se aspira no solo al cambio, sino a la evolución a mejor, hay tres variables que conviene tener en consideración: capacidades, motivación y foco

Capacidades:

¿tengo desarrolladas las habilidades necesarias para cometer con éxito aquello que me prepongo? Por ejemplo, si quiero salir bien parado en una reunión en alemán ¿hablo la lengua de Kant? Si deseo competir en los100 metros lisos ¿estoy entrenado en velocidad?

Motivación:

¿tengo las ganas y energía necesaria para llevar a buen fin aquello que me propongo? ¿Qué hay de mi entusiasmo, de mi motor interno? Mi yo más profundo ¿realmente quiere luchar e impulsar ese cambio? Siguiendo con nuestros ejemplos, ¿me apetece ir a esa reunión? ¿quiero correr esa carrera?

Foco:

¿tengo un sentido de dirección, una forma definida de hacer las cosas (no todo vale) y unos objetivos claros? Bajando a lo concreto, ¿qué objetivo persigo en esa reunión, al servicio de qué propósito está? O en nuestra carrera, ¿qué meta me marco, qué planificación realista le acompaña? ¿Por qué quiero competir?

Si trasladamos esta reflexión a nuestro sistema educativo. ¿Tenemos las capacidades necesarias para llevar a buen puerto una educación excelente? ¿Hay vocación pedagógica en todos los agentes involucrados -administración, políticos, profesores...-? ¿Les motiva diferencialmente lo que hacen? ¿Cuál es el propósito de la educación? ¿Se cree que puede ser palanca, para bien, de transformación de la sociedad? ¿Tenemos una hoja de ruta clara para los próximos 10 años? Mi percepción es que hay muchos deberes por hacer. ¡Ánimo! El futuro de nuestros hijos está en juego.

Reflexión basada en modelo de Oxrford Leadership Academy