¿Se puede
aspirar a ser creativo sin
trabajar desde la experiencia?
Sinceramente, se me antoja muy
difícil. Inspirados en esta
filosofía vital, la Fundación
CREATE ha llevado a cabo un
proyecto precioso con chavales
de quinto y sexto de primaria en
la Comunidad e Madrid. Desde
enero a mayo del 2012, diez
colegios han trabajado con los
niños el espíritu emprendedor.
¿Cómo? Sencillo, les han
invitado a vivirlo: "adelante
niños, cread vuestra propia
empresa". Durante cinco meses se
han enfrentado a las distintas
fases por las que pasan muchos
empresarios, como botón de
muestra:
-
Parir la idea
-
Asignar los roles, ellos mismos ejercían de director financiero, marketing, producción...
-
Trabajar en equipo toma de decisiones, aporte de valor, protagonismo de unos y otros...
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Hacer realidad el sueño: producir un producto, diseñar un servicio...
-
Vender: en mayo instalaron un minimarket en la Plaza de Felipe II.
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Cuidar la caja, vigilar la producción, crear un logo, publicitar su marketing, diseñar sus páginas web...
-
Y mucho mas.
La
experiencia tuvo muchas cosas
buenas. A destacar los
obstáculos, las equivocaciones y
las meteduras de pata con las
que tuvieron que lidiar. La
realidad no es muchas veces como
quisiéramos que fuera, la
diferencia entre los que hacen y
los que simplemente se quejan
reside en la capacidad de los
primeros en adaptar su respuesta
para transformar el entorno
adverso. Esa habilidad que
muchos llaman resilencia es un
músculo que ahora en tiempos de
crisis resulta crítico. Quisiera
explícitamente dar las gracias a
esta fundación que intenta meter
este espíritu en nuestros niños.
Quizá ellos lo tengan más fácil
cuando la crisis les visite.
Quizá nos abran los ojos a los
mayores para mostrarnos que la
salida al momento actual la
tenemos en nuestras manos. Crear
es rescatar lo esencial. La
capacidad de responder del ser
humano no es nueva, está ahí.
Usémosla.